Cómo celebrar el 7 de diciembre sin infringir la Ley 675 de 2001, el Código de Policía y el reglamento de propiedad horizontal
Introducción
La celebración de velitas es una tradición profundamente arraigada en Colombia, pero en edificios y conjuntos residenciales puede generar conflictos por ruido, uso indebido de áreas comunes y riesgos de seguridad. Entender qué permite la Ley 675 de 2001, el Código Nacional de Policía y el reglamento interno es clave para disfrutar esta fecha con **buena convivencia**, evitando sanciones económicas o restricciones en el uso de zonas comunes.
Marco legal para celebrar velitas en propiedad horizontal
Celebración de velitas y las sanciones por uso indebido de áreas comunes
Marco legal para celebrar velitas en propiedad horizontal
La celebración de la Noche de Velitas en propiedad horizontal está regida por un conjunto de normas que buscan equilibrar la tradición con la seguridad y el respeto a los derechos de todos los residentes. La Ley 675 de 2001 y el Código de Policía son las principales directrices que regulan dicha celebración, y su cumplimiento es esencial para garantizar una convivencia armónica.
1. Ley 675 de 2001 y reglas internas
- La **Ley 675 de 2001** regula la propiedad horizontal en Colombia y tiene como objetivo central preservar la **paz y la buena convivencia** dentro de los edificios y conjuntos.
- El **reglamento de propiedad horizontal** y el **manual de convivencia** detallan horarios, lugares autorizados y condiciones para el uso de zonas comunes durante celebraciones como las velitas.
- No se pueden alterar ni destinar las áreas comunes a usos diferentes de los aprobados por la asamblea, como convertir pasillos o parqueaderos en espacios permanentes para reuniones o fiestas.
Un aspecto fundamental que regula la celebración es el uso responsable y organizado de las áreas comunes. Por ejemplo, algunas copropiedades pueden establecer horarios específicos y asignar espacios particulares para llevar a cabo las festividades, garantizando así que todas las voces sean escuchadas y que la celebración no perturbe la tranquilidad de los vecinos.
2. Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016)
- El **Código de Policía** protege el espacio público y la convivencia, e impone medidas correctivas por comportamientos que afecten la tranquilidad, la seguridad o el uso legítimo de zonas comunes.
- Las conductas sancionables durante las velitas incluyen: ruidos excesivos en horarios de descanso, ocupación indebida de vías o andenes, disposición inadecuada de residuos o escombros de pólvora y velas, así como la instalación de estructuras sin permiso.
- Las medidas pueden ir desde amonestaciones y órdenes de suspensión de la conducta, hasta comparendos y multas, además de la obligación de **restablecer el uso legítimo del espacio común**.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las celebraciones en áreas comunes deben ser planificadas con anticipación, informando a la administración del edificio para evitar sanciones y asegurar que se cumplan todas las normativas establecidas. Por ejemplo, si se planea una reunión para encender las velitas, se debe consultar sobre la aprobación del uso del área y prever un plan para el manejo de residuos.
3. Relación entre normas internas y leyes
- Las sanciones internas deben estar contempladas en el reglamento y ajustarse al **artículo 59 de la Ley 675**, que exige respeto por el debido proceso y por los derechos fundamentales de los residentes.
- La copropiedad puede imponer sanciones disciplinarias por conductas indebidas durante la celebración de velitas, pero no puede restringir derechos esenciales como el acceso a la vivienda o el tránsito por zonas de circulación obligatoria.
- En casos graves, como daños, riñas o perturbaciones reiteradas, se pueden presentar **querellas policivas** basadas en la Ley 1801 para restablecer la convivencia.
Es fundamental que los residentes sean conscientes de que cada celebración tiene sus pautas y que el respeto mutuo es clave para disfrutar de la Noche de Velitas sin inconvenientes. Para profundizar en el Código de Policía y su aplicación en materia de convivencia y espacio público, se puede consultar este análisis oficial sobre la Ley 1801 y la protección del espacio público.
Uso indebido de áreas comunes en velitas: ejemplos, riesgos y sanciones
Celebración de velitas y las sanciones por uso indebido de áreas comunes
Uso indebido de áreas comunes en velitas: ejemplos, riesgos y sanciones
En la Noche de Velitas se incrementa el uso de terrazas, pasillos, zonas verdes, parqueaderos y salones sociales. Esto exige un manejo cuidadoso para evitar sanciones y conflictos, ya que la celebración puede desencadenar situaciones de malestar y descontento entre los residentes si no se respetan las normativas establecidas.
1. ¿Qué es uso indebido de áreas comunes?
- La Ley 675 prohíbe alterar o destinar las zonas comunes a usos distintos de los autorizados. Por ejemplo, realizar festejos en pasillos, escaleras o porterías sin permiso o bloquear salidas de emergencia con mesas, sillas o velas puede tener graves consecuencias. Fuente
- Se considera uso indebido: apropiarse de una terraza común para celebrar de manera exclusiva, instalar equipos de sonido de alto volumen, usar parqueaderos como salones de fiesta o manipular pólvora en zonas verdes o infantiles.
- Invadir u ocupar de forma abusiva una zona común es un incumplimiento del reglamento y de la Ley de Propiedad Horizontal, lo cual puede dar lugar a sanciones internas, así como posibles querellas por perturbación al uso y goce de bienes comunes. Fuente
2. Ejemplos típicos en la Noche de Velitas
- Ruidos molestos: la música a alto volumen, gritos o el uso de parlantes en horarios de descanso son faltas comunes que contravienen las normas de convivencia. Fuente
- Obstrucción de circulaciones: colocar velas, mesas o adornos en pasillos, escaleras o accesos a parqueaderos afecta la seguridad y el libre tránsito de los residentes. Fuente
- Uso de pólvora: además de los riesgos de quemaduras e incendios que implica, suele estar prohibido en los reglamentos internos, lo que puede resultar en sanciones del Código de Policía.
- Basuras y residuos: dejar cera, vidrios, empaques y restos de comida en jardines, zonas duras o andenes es una disposición inadecuada de residuos y constituye uso indebido del espacio común. Fuente
3. Tipos de sanciones por uso indebido
- De acuerdo con la Ley 675 y la regulación interna, las sanciones pueden incluir:
- **Llamados de atención** verbales o escritos por incumplir reglas de uso de zonas comunes. Fuente
- **Multas económicas** previstas en el reglamento por ruidos excesivos, ocupación indebida de áreas o daños a la propiedad. Fuente
- **Restricciones en el uso de bienes comunes no esenciales**, como piscina, gimnasio, salones sociales o zonas recreativas, aunque nunca en zonas de circulación o acceso a la vivienda. Fuente
- El Código Nacional de Policía permite imponer **medidas correctivas y multas** por ocupación indebida de vías, andenes o parques, disposición inadecuada de residuos y obstaculización del tránsito peatonal o vehicular. Fuente
- Las sanciones deben ser proporcionales, estar previamente previstas en el reglamento y respetar el debido proceso, según lo señalado por la Corte Constitucional sobre el alcance del artículo 59 de la Ley 675. Fuente
4. Cifras y tendencias de conflictividad
- Medios y portales especializados en propiedad horizontal destacan que, en temporadas festivas, los principales motivos de conflicto en conjuntos residenciales son **ruidos, uso indebido de zonas comunes y parqueaderos, y reservas irregulares de salones sociales**. Fuente
- Informes de entidades de justicia y convivencia indican que la Ley 675 de 2001 y la Ley 1801 de 2016 son las herramientas más utilizadas por administradores y autoridades para tramitar estos conflictos en copropiedades urbanas. Fuente
Buenas prácticas de convivencia para celebrar velitas sin conflictos
Celebración de velitas y las sanciones por uso indebido de áreas comunes: Buenas prácticas de convivencia
Planeación y comunicación previa
La celebración de velitas es una tradición que puede fortalecer la convivencia en la comunidad, pero requiere de una adecuada planeación. Para ello, la administración debe establecer y comunicar con claridad las reglas específicas para la celebración. Se deben definir horarios permitidos, áreas autorizadas para el evento como el salón social, terrazas o plazoletas, y también el número máximo de asistentes que se permite. Además, es crucial incluir prohibiciones como el uso de pólvora o parrillas que puedan poner en riesgo la seguridad de los residentes.
La difusión de esta información por medio de circulares, correos electrónicos y otros canales oficiales asegura que todos los residentes tengan conocimiento de las normas y las consecuencias de su incumplimiento, que podrían incluir multas o restricciones temporales en el uso de áreas no esenciales. Esto ayuda a fomentar una buena convivencia y a prevenir conflictos durante la celebración.
Si se planea organizar actividades comunitarias, es recomendable formalizar su realización mediante una reserva de los espacios comunes. Esta reserva debe ajustarse al reglamento y seguir los horarios previstos por la asamblea, para mantener el orden y la estructura necesarios en la copropiedad.
Reglas de comportamiento durante la celebración
Durante la Noche de Velitas, es fundamental seguir ciertas reglas de comportamiento para garantizar la armonía entre los vecinos. Respetar los horarios de ruido establecidos en el reglamento interno y en el Código de Policía es esencial. Esto implica evitar música a alto volumen o actividades que alteren la tranquilidad de los residentes, especialmente en horas nocturnas.
Es importante también no bloquear pasillos, escaleras, salidas de emergencia o parqueaderos con velas y decoraciones. Estas áreas son cruciales para la circulación y el acceso de todos los habitantes. Encender velas debe hacerse únicamente en zonas seguras, alejadas de elementos combustibles, y es necesario limpiar completamente cualquier residuo para no afectar la estética ni la seguridad de los espacios comunes.
El uso de pólvora dentro de la copropiedad, especialmente en áreas infantiles o de alto tráfico, debe ser evitado para garantizar la seguridad de todos. Cumplir con estas normas no solo es un acto de respeto hacia los demás, sino una demostración de responsabilidad colectiva.
Gestión de conflictos y debido proceso
Si surge un incumplimiento durante la celebración, el administrador y el consejo de administración deben actuar conforme a la Ley 675, específicamente en lo que respecta a la gestión discrecional de conflictos. Es fundamental que se realice una notificación formal al infractor y se le brinde la oportunidad de presentar sus descargos antes de tomar cualquier decisión. Este proceso asegura que se respete el debido proceso y se tomen decisiones motivadas y razonables.
Además, es importante recordar que ninguna sanción debe desconocer derechos fundamentales. La jurisprudencia, como la sentencia T-239 de 2018, establece que no se puede restringir el acceso a zonas necesarias para la circulación de quienes habitan en la copropiedad. Por lo tanto, las medidas disciplinarias internas deben ser proporcionales y estar claramente delineadas en el reglamento para evitar abusos de poder y garantizar una convivencia armónica.
Cultura de corresponsabilidad
Fomentar una cultura de corresponsabilidad en la comunidad es clave para celebrar las velitas sin conflictos. Implementar campañas internas sobre seguridad y prevención de incendios, así como el respeto por el descanso de los vecinos, ayuda a disminuir incidencias durante esta festividad. Actividades comunitarias organizadas, como el encendido conjunto de velas y coros, pueden ser propuestas por la administración, actuando como una alternativa que minimiza la improvisación y el riesgo de uso indebido de áreas comunes.
Por último, es fundamental recordar que las áreas comunes son un patrimonio compartido. Cuidarlas y usarlas de manera responsable impacta de manera directa en el valor de los inmuebles y la calidad de vida de todos los residentes de la copropiedad. La celebración de velitas bien gestionada puede ser una experiencia enriquecedora para toda la comunidad.
