La Secretaría de Movilidad de Bogotá ha implementado nuevas señalizaciones que prohíben el tránsito de ciclomotores, tricimotores y motos eléctricas por las 609 kilómetros de ciclorrutas y 127,69 kilómetros de ciclovías de la ciudad. Sin embargo, esta medida está generando un “caos normativo” que afecta desproporcionadamente a usuarios de vehículos eléctricos de baja potencia, especialmente en localidades como Usaquén donde la movilidad sostenible es fundamental.
La Ambigüedad Legal que Perjudica a los Ciudadanos
El concejal Juan David Quintero ha señalado un problema fundamental: “en la ciudad los ciclomotores no existen, al menos, no con una definición clara”. Esta falta de claridad normativa significa que “todo lo que tenga motor —desde una bici eléctrica hasta una moto de 50cc— cabe en esa categoría ambigua”, creando una situación donde vehículos completamente diferentes reciben el mismo tratamiento restrictivo.
Marco Legal: Inconsistencias entre Normativa Nacional y Distrital
Definición Legal de Ciclomotores
Según el Código Nacional de Tránsito, un ciclomotor es un “vehículo automotor de dos ruedas, provisto de un motor eléctrico de potencia nominal no superior a 4 kW”. Sin embargo, la mayoría de bicicletas eléctricas como las EvoBike tienen apenas 350W de potencia (equivalente a 0.35 kW), representando solo el 8.75% del límite máximo permitido para ciclomotores.
El Conflicto Normativo Actual
La Resolución 137609 de 2023 de la Secretaría de Movilidad establece restricciones absolutas sin considerar las diferencias técnicas entre vehículos. Mientras tanto, el proyecto de ley 111, recientemente aprobado en cuarto debate, propone crear una nueva categoría de “vehículos eléctricos livianos de movilidad personal urbana (Velmpu)” que permitiría la circulación de vehículos con menos de 1,000W por ciclorrutas.
Impacto Desproporcionado en Usaquén: Una Localidad Comprometida con la Sostenibilidad
Inversión en Infraestructura Sostenible
Usaquén ha sido una de las localidades con mayor inversión en movilidad sostenible. En 2023, la Unidad de Mantenimiento Vial invirtió $8,375,275,492 en el proyecto “Conservación de la Malla Vial Distrital y Ciclo infraestructura de Bogotá” específicamente en esta localidad6. Esta inversión demuestra el compromiso de la zona con alternativas de movilidad limpia.
Perfil de Usuarios Afectados
Los residentes de Usaquén que han adoptado vehículos eléctricos de baja potencia como alternativa sostenible se encuentran ahora en un limbo legal. Estos ciudadanos, que contribuyen activamente a la reducción de emisiones y al descongestión del tráfico, enfrentan multas entre $523,000 y $1,045,5003 por utilizar vehículos que técnicamente están muy por debajo de los límites establecidos para ciclomotores.
Las Víctimas Colaterales: Patinetas y Bicicletas Eléctricas
Patinetas Eléctricas: Regulación Clara vs. Aplicación Confusa
Las patinetas eléctricas están reguladas por la Resolución 209 de 2019, que establece una velocidad máxima de 20 km/h y permite su circulación por ciclorrutas. Sin embargo, la nueva señalización y los operativos de control no distinguen claramente entre estos vehículos y los ciclomotores de mayor potencia.
Bicicletas Eléctricas: Víctimas de la Ambigüedad
Las bicicletas eléctricas de baja potencia, como las populares EvoBike con 350W de potencia, están siendo tratadas igual que motos eléctricas de hasta 4,000W. Esta equiparación es técnica y legalmente incorrecta, ya que existe una diferencia de potencia de más del 1,000% entre ambos tipos de vehículos.
Consecuencias Socioeconómicas y Ambientales
Impacto en la Movilidad Laboral
La medida afecta especialmente a trabajadores de domicilios y delivery que dependen de estos vehículos para sus actividades laborales. La Secretaría de Movilidad reconoce haber realizado “mesas de trabajo con empresas de domiciliarios”, pero las soluciones propuestas no han sido suficientes para resolver el conflicto.
Retroceso en Objetivos Ambientales
Bogotá ha implementado 1,485 buses eléctricos del SITP que reducen 40 toneladas anuales de material particulado. Sin embargo, las restricciones a vehículos eléctricos de baja potencia van en contra de estos objetivos de sostenibilidad, forzando a los usuarios a regresar a medios de transporte más contaminantes.
Propuestas de Solución
1. Categorización Técnica Clara
Es urgente establecer categorías diferenciadas basadas en potencia real:
- Vehículos de micromovilidad: Hasta 500W (patinetas, bicicletas eléctricas básicas)
- Vehículos de movilidad personal: 500W a 1,000W
- Ciclomotores: 1,000W a 4,000W
2. Zonas de Transición y Carriles Mixtos
Implementar carriles mixtos en vías secundarias donde puedan circular tanto bicicletas como vehículos eléctricos de baja potencia, especialmente en localidades como Usaquén donde la infraestructura lo permite.
3. Proceso de Socialización y Pedagogía
Desarrollar un programa integral de educación que explique claramente las diferencias entre tipos de vehículos y sus respectivas normativas, evitando la confusión actual.
Conclusión: La Necesidad de una Política Integral
La medida implementada por la Alcaldía, aunque bien intencionada en términos de seguridad vial, está generando consecuencias no deseadas que afectan la movilidad sostenible en Bogotá. Es fundamental que las autoridades distritales reconsideren esta política, estableciendo diferenciaciones técnicas claras y desarrollando alternativas que no penalicen a quienes han optado por medios de transporte ambientalmente responsables.
Los residentes de Usaquén, que han invertido en vehículos eléctricos como contribución a la sostenibilidad urbana, merecen claridad normativa y alternativas viables que no los conviertan en víctimas de un sistema regulatorio confuso e inconsistente.
La movilidad sostenible no puede ser víctima de la falta de precisión normativa. Es hora de que Bogotá implemente una política integral que reconozca las diferencias técnicas entre vehículos y promueva verdaderamente la transición hacia medios de transporte más limpios y eficientes.